Los cables interiores no siempre son visibles directamente en la bicicleta, porque suelen ir dentro de una carcasa exterior resistente a la presión. La carcasa exterior protege el cable interior de la suciedad y el agua y, por tanto, también del desgaste prematuro. También garantiza que el cable interior no se deslice durante el funcionamiento. Los cables interiores son necesarios en los frenos para transmitir la fuerza de la mano al freno, o para realizar correctamente las operaciones de cambio. Sin embargo, hay que tener en cuenta que hay cables interiores diferentes para los frenos y las marchas y que no se pueden intercambiar en ningún caso.