Si no necesitas tu bicicleta todos los días, sueles guardarla en el sótano o en el garaje. Con el tiempo, ya no está al alcance de la mano. A partir de ahora, podrá guardar su bicicleta ahorrando espacio con los correspondientes portabicicletas de pie, sujetarla con la rueda delantera, ponerla a la vista en la pared o colgarla del techo con el elevador de bicicletas. Los diversos soportes para bicicletas no ponen límites a la creatividad y colocan su bicicleta con la luz adecuada cuando es necesario. Gracias a las diferentes opciones de almacenamiento y a las posibilidades de aparcamiento, tu moto estará siempre a mano para la siguiente ronda.