El deporte da sed. Nadie puede confirmarlo mejor que los ciclistas. Casi ningún otro deporte, ya sea como actividad de ocio, ambicioso amateur o profesional, desafía al cuerpo tanto como el ciclismo. Por esta razón, es importante suministrar regularmente líquidos al cuerpo. Beber constantemente, incluso sin sentir sed, evita que el cuerpo se reseque, que baje el rendimiento, que haya calambres y que haya problemas circulatorios. Por lo tanto, debes llevar siempre contigo una botella de agua para poder mantener tu equilibrio de electrolitos y líquidos en la zona verde.